Funes, el memorioso
Esta mañana leí el cuento "Funes, el memorioso" que aparece en Artificios, la segunda parte de Ficciones, libro escrito por Jorge Luis Borges, publicado en 1944.
Muy resumido, en el cuento Borges habla de un joven que conoció y vio no más de tres veces en Uruguay. En su primer encuentro, Borges corría con su primo y en la dirección contraria lo hacía este muchacho. El primo de Borges le pregunta la hora y el joven sin dudar le contesta que faltan cuatro minutos para las ocho.
Años después Borges vuelve a Uruguay y se entera que Funes sufrió un accidente que lo dejó inmóvil, al tiempo, recibe una nota del joven pidiéndole unos libros de latín que se enteró que él tenía y un diccionario. Borges, desconcertado, le envía los libros que él considera más difíciles.
Unos días después Borges debe regresar a Argentina entonces va a la casa de Funes para pedirle sus libros devuelta. Apenas entra en la habitación completamente a oscuras del muchacho lo escucha hablar un latín perfecto. Ahí se entera que Funes después del accidente no solo quedó lisiado sino que también obtuvo la capacidad de percibir todo con absoluto detalle y recordarlo todo: puede recordar las formas de las nubes de cada momento del día de cada día y las sensaciones que vivió en cada momento. Le resulta muy difícil dormir, ya que puede recordar "cada grieta y cada moldura de las diversas casas que lo rodean".
Borges pasa toda la noche hablando con Funes en la oscuridad. Cuando el alba revela la cara del chico, de solo 19 años, Borges lo ve "tan grande como el bronce, más antiguo que Egipto, antiguo a las profecías y a las pirámides".
Lo que disfruto de este cuento es el final: dos años después de ese encuentro, en 1889, Funes muere de una congestión pulmonar.
¡DE UNA CONGESTIÓN PULMONAR!
Un joven extraordinario sufre una muerte temprana. Un milagro perdido, un potencial desperdiciado.
Funes vive y muere en la oscuridad y su gran capacidad fue desatendida. Su muerte es como cualquier otra muerte, el joven de Fray Bentos con una capacidad excepcional muere en la pobreza. Esto me "vuela la peluca": el contraste entre lo extraordinario y lo mundano, la maravilla ignorada... es algo que me llama mucho la atención y me gustaría utilizar en un cuento propio.
Muy resumido, en el cuento Borges habla de un joven que conoció y vio no más de tres veces en Uruguay. En su primer encuentro, Borges corría con su primo y en la dirección contraria lo hacía este muchacho. El primo de Borges le pregunta la hora y el joven sin dudar le contesta que faltan cuatro minutos para las ocho.
Años después Borges vuelve a Uruguay y se entera que Funes sufrió un accidente que lo dejó inmóvil, al tiempo, recibe una nota del joven pidiéndole unos libros de latín que se enteró que él tenía y un diccionario. Borges, desconcertado, le envía los libros que él considera más difíciles.
Unos días después Borges debe regresar a Argentina entonces va a la casa de Funes para pedirle sus libros devuelta. Apenas entra en la habitación completamente a oscuras del muchacho lo escucha hablar un latín perfecto. Ahí se entera que Funes después del accidente no solo quedó lisiado sino que también obtuvo la capacidad de percibir todo con absoluto detalle y recordarlo todo: puede recordar las formas de las nubes de cada momento del día de cada día y las sensaciones que vivió en cada momento. Le resulta muy difícil dormir, ya que puede recordar "cada grieta y cada moldura de las diversas casas que lo rodean".
Borges pasa toda la noche hablando con Funes en la oscuridad. Cuando el alba revela la cara del chico, de solo 19 años, Borges lo ve "tan grande como el bronce, más antiguo que Egipto, antiguo a las profecías y a las pirámides".
Lo que disfruto de este cuento es el final: dos años después de ese encuentro, en 1889, Funes muere de una congestión pulmonar.
¡DE UNA CONGESTIÓN PULMONAR!
Un joven extraordinario sufre una muerte temprana. Un milagro perdido, un potencial desperdiciado.
Funes vive y muere en la oscuridad y su gran capacidad fue desatendida. Su muerte es como cualquier otra muerte, el joven de Fray Bentos con una capacidad excepcional muere en la pobreza. Esto me "vuela la peluca": el contraste entre lo extraordinario y lo mundano, la maravilla ignorada... es algo que me llama mucho la atención y me gustaría utilizar en un cuento propio.
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